Historia del barrio y asociación de vecinos de La Monxina – Ventanielles Alto
Ahondar en la historia de un barrio no es tarea fácil. Incluso un pequeño barrio como la Monxina, con su relativa corta edad, y urbanísticamente replegada en si misma, cuenta con su propio latir, su lenguaje, sus luces y páginas negras. Entre el final del 79 y al inicio de los años 80, cuando la expansión urbanística hacia el nordeste de Oviedo alcanza la zona más alta de la loma de Ventanielles, se comienza construir el primer edificio de la urbanización La Monxina, el portal 2 y 4 del entonces llamado Ventanielles Alto.
A principios de la década de los 80, con el fervor de un barrio de reciente construcción y la necesidad de revindicar la falta de servicios y necesidades propias de un barrio apartado, se constituye su primera asociación denominada Asociación de Vecinos La Monxina – Ventanielles Alto. En ese momento aún se mantenían viviendas rurales en la zona así denominada adyacente a la urbanización. Junto con otros vecinos, Cesar Fernández Viejo, fue el primer presidente de la asociación de vecinos, que con diligencia y un gran apoyo vecinal, llevaron a cabo una gran labor hasta su primera disolución.
Un barrio que da sus primeros pasos
Las siguientes fases de construcción continúan en un enclave rural situado entre el barrio de Guillén Lafuerza, a continuación de la calle Manuel Llaneza que enlazaba con la carretera del Rubín en dirección La Carisa, y los prados de Matalablima, con su único núcleo de viviendas existentes por aquel entonces junto con las propiedades rurales que salpicaban los extensos prados de la zona y el campo de futbol Matalablima, donde entrena el club de futbol Guillén Lafuerza, refundando en 1885 y regido por Rodrigo Iglesias «Rodri». El campo está ligado inevitablemente a Pepe y Rodri «Los mantecos».
Origen del nombre de «La Monxina»
El origen del entrañable diminutivo que da nombre al barrio, presenta dos ramificaciones que con curiosa casualidad, quedan embebidas en la historia del barrio dando lugar a conversaciones populares acerca de las raíces. Según algunos apuntes históricos «en la ladera noreste de la loma de Ventanielles entre el alto y las tierras de Matalablima, descendiendo hacia la Corredoria, hubo unas vastas extensiones de terreno, llamados los prados de la Monxina. Se desconoce el origen de este nombre, pero tal vez suponga una modificación de «Monxuan», nombre con que se conoció hasta principios de siglo esta zona.». Es el origen más probable, y por el cual el constructor decidiera bautizar así la primera fase de la urbanización.
Por otra parte, es inevitable ligar la historia del barrio a Nieves, para muchos vecinos del barrio también conocida como “La Monxina” o «La Carramelos» entre los habitantes del pueblo gitano. María Nieves Salaverri Aranegui, monja ursulina nacida en Vitoria en 1932 y residente desde 1976 en Oviedo se embarcó en un proyecto de alfabetización que un grupo de voluntarios estaba llevando a cabo en el ya desparecido poblado gitano situado en Matalablima. En 1977, la chabola en la que desarrollaba la actividad educativa se convirtió en la Escuela Unitaria del Poblado de Matalablima, adscrita al Colegio de Guillén Lafuerza. En 1980, al aumentar exitosamente el número de alumnos, hubo que crear dos unidades. Ni que decir tiene la cantidad de ocasiones en las que Nieves hizo este recorrido, en favor de una reseñable labor social hasta que se jubiló en el año 1997.
La ilusión de un barrio joven y los problemas sociales.
Desde su nacimiento La Monxina ya sufría la fracturación urbanística de la autopista a66 y una carencia de servicios que las vecinas y vecinos tenían que suplir con visitas al barrio de Ventanielles para ir al colegio o al antiguo centro de salud de Teatinos para ir al médico. Los grandes impulsores de la vida cotidiana en el barrio fueron sus primeros comercios. El Kiosko de Felisa, la panadería de Olga, la carnicería de Tina, la farmacia de Cristina, la tienda de Pepín, el bar de Luis y La Parada establecían el eje social, incluso llegó a tener una zapatería, pescadería y un videoclub.
En octubre de 1986 ocurre uno de los episodios más trágicos de la historia de la zona con la muerte de Alfredo Rubio de 13 años a causa de un disparo en el poblado de Matalablima y que quedará lamentablemente integrado en los recuerdos de las familias. Los graves problemas derivados de la heroína, el ansia expansionista de las constructoras, y la desinformación por parte de los medios de comunicación locales crearon el caldo de cultivo de lo que vendría después.
Nuevas calles y parques.
El barrio continua creciendo y el 7 de Abril de 1987 se da el nombre de Alcalde López Mulero a la calle que constituye el eje principal del barrio en honor al destacado dirigente socialista y encuadernador, Lorenzo López Mulero. Seguida de Álvaro de Albornoz y Quín el Pescador.
Un visionario Jefe de Parques
Dos años después, fallece Enrique Quirós Montes de Oca en un trágico accidente junto a su mujer y dos hijos. Enrique Quirós había sido un gran impulsor para la creación de un espacio verde público en la zona de La Monxina, y había dejado realizados los estudios técnicos del parque antes de su muerte.
Las bases del estudio de Enrique Quirós se centran principalmente en la plantación y cultivo de especies estrictamente autóctonas, junto con la creación de varias zonas ajardinadas de “estilo francés” y tres diferentes niveles para recreo de los niños con columpios construidos de madera para los juegos infantiles. El parque Enrique Quirós tuvo dos mil ochocientos metros cuadrados de extensión en su momento, contando con 27 millones de presupuesto para su realización y actualmente es uno de los patrimonios más importantes que tiene el barrio ante el crecimiento urbanístico.
Movilizaciones en una época convulsa
Por estas fechas, el descontento vecinal generalizado con el tráfico de drogas en la zona y los problemas derivados de la heroína hicieron eclosionar un intenso rechazo hacia los habitantes de Matalablima, que aderezado por los intereses de las constructoras y de algunos miembros del Ayuntamiento, desembocó en un intento de desalojo forzado del poblado. Para capear estas tensiones, el equipo municipal de Antonio Masip se comprometió por escrito a construir unas viviendas que sustituirían a las chabolas, durante su construcción, tendrían que trasladarse al Poligono de Espíritu Santo.
Las viviendas de Matalablima no llegaron a edificarse y los gitanos, que residían junto al campo en Matalablima desde 1953, tuvieron que abandonar la finca. En estos momentos, y ante las condiciones tan difíciles que resultaban de convivir con estas circunstancias, hubo una etapa de gran movilización vecinal, llegando incluso a realizar un corte de la autopista a66 para dar voz a las reivindicaciones y el hartazgo de gran parte del barrio.
La historia de los barrios está viva, la escriben las personas, y va mucho más allá de los dictámenes del ladrillo. Muchos de los vecinos y vecinas del barrio, en contra de la expulsión de los gitanos, tuvieron que asumir el devenir de los tiempos y los niños, ajenos a las alambradas de la exclusión social, despedirse de algunos de sus amigos. Un capitulo negro del barrio se cierra.
Comienza una nueva década
Posteriormente, en 1995, en los terrenos cercanos y paralelos al campo de futbol de Matalablima se inaugurara la actual Piscina Municipal de la Monxina, sobre la cual sobrevolaban los cables de alta tensión que fueron, y continúan siendo en cierta medida una gran reivindicación histórica del barrio.
El testigo de la lucha contra la alta tensión, es cogido el 15 de noviembre de 2007 por Juan José Bolado cuando trás unos años de la disolución de la anterior junta directiva, reactiva la asociación de vecinos con la misma denominación, haciendo que la continuidad se traslade a la actualidad. La asociación de vecinos de La Monxina – Ventanielles Alto, comienza su segunda etapa. Casi un año después, en octubre de 2008, se lleva a cabo el soterramiento de parte de la instalación eléctrica, actuación encuadrada en el desarrollo de las obras de urbanización del Área Residencial Prado de la Vega, una actuación urbanística desarrollada por Sogepsa, Sociedad participada mayoritariamente por el Principado y presidida por el consejero de Infraestructuras, Política Territorial y Vivienda, Francisco González Buendía.
Plan Urban, alta tensión y parques infantiles
La lucha contra las dos torres de alta tensión restantes, aun presentes en la actualidad, continua adelante, y se suma a que 2010 se llevan a cabo las obras de construcción de un parque infantil incluidas dentro del «Plan Urban», cofinanciado por la Unión Europea. Dicha instalación ostenta una de las grandes polémicas del barrio, al estar a escasos metros de una de las torres de alta tensión, derivando en gran cantidad de actuaciones, registros y protestas por parte de Juan José Bolado en su gesta contra las mismas. El alcalde Gabino de Lorenzo, promete en aquel entonces, la construcción de elementos acústicos que protejan la zona de los ruidos y molestias de la cercana A66, esas mejoras nunca llegarán.
Durante aquellos años, aproximadamente en 2012, Eliseo de la Lama Herrero, es nombrado por el Ayuntamiento como Alcalde de Barrio de Guillén-La Monxina, hasta que en 2015 en un pleno del ayuntamiento se decide terminar con dicha figura, que coexistía con las ya existentes asociaciones vecinales y sus herramientas democráticas.
El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Oviedo, en septiembre de 2012, decidió conceder el nombre de Manuel Vigil Montoto a una calle de la capital ubicada en La Monxina y siguiendo la línea tradicional de homenajear a sindicalistas referentes en Asturias.
Casi 10 años después, tras una década de desmovilización vecinal en casi toda la zona Este, configuraciones asociativas unipersonales, y métodos no exentos de polémica que se hacían conocidos en todo el distrito, el 26 de Julio de 2020 fallece Juan José Bolado. Deja tras de si una gran cantidad de luchas y anécdotas, de aciertos y confrontaciones. El vecino más mediático de La Monxina, y más mimado por la prensa, fue sin duda Juan José Bolado Moyano.
De los lideres vecinales a las nuevas propuestas.
Tras la dura época de la pandemia del Covid19, y en una tesitura de carencia total de interacción social, un grupo de vecinos y vecinas de La Monxina decide en asamblea reactivar de nuevo la asociación La Monxina- Ventanielles Alto, que había quedado suspendida en un limbo burocrático sin que nadie de su antigua directiva la liquidara, convocara asamblea, o emitiera comunicación.
Ante esta situación registral de la asociación y la falta de actas y libros o documentos de ningún tipo, comienza un largo proceso administrativo que va desde el 12 de mayo del 2022, hasta el 10 de octubre del mismo año, fecha en la que el Registro de Asociaciones del Principado, emite la resolución donde queda inscrita la nueva junta directiva, presidida por David G. Nistal y paritaria como ya encomienda sus actuales y renovados estatutos. Todo este proceso de reactivación fue decidido en consecutivas asambleas populares de vecinos y vecinas en favor de la continuidad de la ya histórica asociación frente a la creación de una nueva.
La importancia de la historia (Campo de futbol Matalablima)
En diciembre 2022 el consistorio decide unilateralmente la instalación mediante subterfugio de una placa en el Campo de futbol de Matalablima, existente desde más de cuatro décadas, con el nombre de Juan José Bolado-Matalablima, sin contar con la opinión de vecindario o asociaciones y eludiendo cualquier tipo de proceso de participación ciudadana.
Los clubes de futbol usuarios del campo, asociación de vecinos de Guillén Lafuerza-Rubín, y la propia asociación de La Monxina se oponen a dicho cambio, recogiendo y ingresando en registro más de 2000 firmas. El clamor de ambos barrios piden subsanar el error renombrando al campo de futbol con el nombre de Rodrígo Iglesias. Rodrigo Iglesias «Rodri» ostentaba el cargo de presidente del club Guillén Lafuerza, y que con su tesón y la ayuda de su familia (María Antonia Alonso «Toña» y su hijo Pablo), administró el club e incentivó el deporte desde sus inicios y se hizo cargo de la presidencia del Guillén en 1989. Mencionar también a María Eugenia Galarza, secretaria del club durante más de diez años. Actualmente el Ayuntamiento sigue desoyendo esta realidad.
Menos negocios que en los años 90
Es reseñable también, que la presión de las grandes superficies y los factores económicos o la pandemia, hacen que vuelva a encontrarse una situación de falta de negocios en La Monxina. Tampoco ayuda la tendencia especulativa de las constructoras en su expansión hacia Prado de la Vega en connivencia con el Ayuntamiento, que tumba proyectos integradores como Imagina un Bulevar, que podría servir de impulso a un barrio atrapado por una autopista.
Una calle para Nieves
A causa de los problemas para los negocios derivados de tener una calle sin nombrar mal ubicada en los navegadores, y con el fin de señalar en el callejero una zona degradada con necesidades de renovación e inversión, los vecinos del barrio comienzan a dar propuestas a la asociación de vecinos para ponerle un nombre. Tras un proceso participativo, se decide dedicar la calle a una de las personas que más labor social realizó en la zona, Nieves Salaverri. Después de más de casi dos años de gestiones y reuniones con el Ayuntamiento de Oviedo, finalmente se aprueba en La Junta de Gobierno Local, celebrada el 25 de abril de 2024, la aprobación de incluir a María Nieves Salaverri en el callejero de la ciudad de Oviedo.
Con la instalación de la placa que muestra la denominación «María Nieves Salaverri, Maestra de Matalablima, la inauguración de la nueva calle queda fechada el día 14 de septiembre de 2024 en un gran acto de homenaje a su dedicación y labor social.
Actualidad de la asociación
Actualmente la asociación ejerce plenas funciones, con diferentes frentes abiertos, Tanto en reivindicaciones concretas, como de dinamización cultural e integración del barrio en las actuales circunstancias del nuevo urbanismo.