Introducción al proyecto de archivo de la historia de Matalablima
La historia es una ciencia que nos permite conocer ese pasado para entender el presente que vivimos y construir nuestro futuro. Desde el inicio de esta nueva etapa en la Asociación de Vecinos y Vecinas de La Monxina, hemos comprendido que el contexto histórico de un barrio forma inevitablemente parte del carácter e identidad de sus habitantes. Por ello, en la medida en que nuestros compromisos personales nos lo permitan, iniciamos este proyecto de archivo histórico en relación con las zonas inmediatamente cercanas a nuestro barrio como ya encomiendan nuestros renovados estatutos.
El barrio de La Monxina, está construido en los denominados Prados de “Monxuan” o “La Monxina” y a su vez situado entre tres zonas históricamente reconocibles. Al Norte, Prados de la Vega, hoy en día construido y con la misma denominación. Al Sur, Cerdeño, y limitado por la autopista a66 desde su nacimiento. Lindando con el Oeste, el Alto de la loma de Ventanielles, hoy día prácticamente extinto, con apenas dos o tres propiedades rurales. Y al Este, Las Matas, más concretamente Matalablima y hoy denominado e integrado erróneamente como Prado de la Vega.
Es de este último emplazamiento, Matalablima, del cual publicaremos más información en esta misma sección. En primer lugar, con el fin de dejar constancia de la existencia de asentamientos chabolistas habitados por familias gitanas a partir de la década de 1950 en Oviedo. De la misma forma, trataremos de detallar con la mayor exactitud la etapa de convivencia con el barrio, desde su construcción, a través de las décadas entre los 80 y 90, hasta la erradicación de esta forma de vida en Oviedo a través de los mecanismos de intervención social existentes en esa época.
Acompáñanos por este viaje en la historia de nuestros barrios.
David G. Nistal / AVV La Monxina
INDICE
- Denominación y ubicación geográfica.
- Antecedentes históricos en el NE de Oviedo
- Los años 70. El poblado de Matalablima del Ventanielles Alto
- La convulsa década de los 80. La cuestión chabolista
- Consecuencias políticas de la decisión de derribo de chabolas

Denominación y ubicación geográfica
El origen del nombre procede de la unión de dos palabras. Una Mata, relativo a bosque o plantación de árboles jóvenes (que frecuentaban por todo el Este de Oviedo y en general en el valle) y blima, en alusión al tipo de árbol.
blima, la (Extraido del Diccionario General de la Lengua Asturiana (DGLA)
Significado:
- Mimbre [LV. Lln. Cl. Os. Rs. Pi. Cb. Bi. Cp. Ac. Llg. Ay. Sd. Qu. Tb. As. Cn. Gr. Pr. Cv. Oc (= blinga). Mar. Llomb. R. DA.] . Varita que produce el sauce [PSil. JH.] . Vara de salguera [Ac.] . Vara de mimbre que suele usarse para hacer cestos [Ca. Ri.] . Vara delgada y flexible con la que se hacen cestos [Qu.] . Vara tierna de los árboles que al doblarla no se rompe, empleada para elaborar cestas [Lln.] . Vara del avellano, sauce o mimbrera [Ll.] . Vara de avellano empleada para enrestrar el maíz [Ri.] . Vara delgada, flexible [Ay. Gr. Tb.] . Vara verde y flexible [Cn.] . Varita delgada que sirve para enrestrar el maíz [Pr.] . Ramas muy finas y largas que pueden ser de la mimbrera, salguera u otras variedades parecidas, con las que se tejen las riestras de maíz y son muy apreciadas [Cd.] . Sarmiento [R.] . Lámina de castaño que se utiliza para hacer cestos [Pr.] . Vara utilizada en cestería [Sm.] . Mimbre que se utiliza para amarrar maíz [Lln.] .
Variantes:
blime [y Ac. y Tb.] bilma [Gr. y Cd.] bimba [Cv.] bimbia [Rs.] bimbla [Pi. Ca. Sd.] bimbria [LV. Cl. y R. DA.] bimi [Cl.] blimba [y Cb. Pi. y Ac. y Sb. Ay. Qu. y Tb. Cn. Gr. Pr. Oc.] blimbia [Pi. Sm.] brimba [y Cg. y Tb. PSil.] bimbria [Lln.] blizma [y Ac.] bimbre [Llomb. Mar.] brimbia [Lln.] ////bimbris variante de número [As.] ///el mimbre castellanización [Lln.] ///la mimbre castellanización [Pancar (Lln).]


Historia de los gitanos en el NE de Oviedo
Antecedentes de los primeros asentamientos gitanos en Matalablima
Desde el año 1949, se tiene constancia de los asentamientos gitanos que tuvieron emplazamiento en Matalablima, emplazado geográficamente en el alto de la Loma de Ventanielles (o Ventanielles Alto), al lado de lo que en aquel entonces se denominaba “La praderona”.
El suelo, propiedad del Ayuntamiento de Oviedo dese hacía décadas, era habitado por varios grupos de gitanos-asturianos, entre los que principalmente destacaba la familia Montoya-Suarez, con sus nueve hijos. En el año 1950, la prensa local informa en su sección “Mirador de la ciudad” de los primeros asentamientos gitanos dedicados a la trata de ganado (principalmente caballos y burros) y alerta, con una línea editorial despectiva, de la mendicidad, delincuencia y “cultura de baja moral” que estos asentamientos ocasionan a la ciudad.
A partir de la década de los 60, comienzan a aparecer algunos artículos que informan de los nuevos asentamientos “chabolistas” que están emergiendo en los alrededores de la ciudad planteando la problemática con diferentes enfoques y alertando sobre un falta de conocimiento por parte de las instituciones de la evolución urbanística de la ciudad.
Los años 70. El poblado de Matalablima del Ventanielles Alto
En el año 1972, se inició en Matalablima una campaña de alfabetización desarrollada por un grupo de jóvenes voluntarias y voluntarios, que junto con una Hermana de la Caridad, realizaban una actividad educacional y asistencial. Los primeros gitanos interesados en estas acciones levantaron una chabola para esta primera escuela dominical.
El grupo escolar fue creciendo, y en el año 1976, la maestra de EGB y monja ursulina Nieves Salaverri, se incorporo también como voluntaria. En este periodo Matalablima contaba con 32 chabolas, una población de 160 personas, de las que 100 eran niños y niñas en edad escolar. A instancias de Nieves, el Ministerio de Educación y Ciencia, se preocupó por iniciar una actividad escolar de manera permanente, punto de partida para la formación integral de esta población.
En el año 1977, en una chabola de Matalablima se estableció la Escuela Unitaria. Tras aproximadamente un año y medio de funcionamiento, quedó adscrita al colegio público de Guillén Lafuerza y transformándose en Escuela Puente. El Ayuntamiento autorizó levantar un prefabricado como aula de usos múltiples, requisito que el MEC exigía para que Matalablima fuera una Escuela Puente. Fue una solución temporal y la más oportuna en ese momento, ya que la integración escolar plena se presentaba todavía como algo impensable. Sin embargo, hoy en día podemos verificar su éxito como forma de emancipación cultural en muchos de los niños allí escolarizados.
En el año 1979, tuvo lugar en Matalablima la I Semana Cultural Gitana, ya que la noticia de la existencia de este poblado empezó a trascender a sus propios límites geográficos. Esta actividad, fue el primer intento de aproximación al fenómeno calé en Asturias, y formaba parte de un plan piloto que se intentaba llevar a cabo a escala nacional. El proyecto del trabajo se titulaba “Estudio psicológico de la problemática Gitana en Asturias”, y básicamente consistía en un análisis de la situación a partir de encuentros con colectivos y con la propia comunidad gitana, para que ellos mismos expusieran su realidad y expectativas.
La I semana Cultural Gitana se visibilizó en prensa local y regional y empezó a hablar de Matalablima como “el pecado de Oviedo”, frase acuñada por la misma Nieves Salaverri. A raíz de este movimiento, se despertó el conocimiento y el acercamiento hacia otro núcleo gitano importante, ubicado as unos 8 km de Oviedo en la Sierra de Granda (Siero)
La convulsa década de los 80. La cuestión chabolista.
En el año 1980, el MEC envió una profesora de apoyo para la atención de los niños. En el curso siguiente la escuela pasó a ser de dos unidades.
Durante el año 1981 comenzó a comentarse entre administración y colectivos la necesidad de construir unas viviendas sociales de alquiler y promoción en terrenos cercanos. Existiendo ya planos redactados por el arquitecto municipal Florencio Muñiz Uribe y con ubicación tras el Campo de Matalablima, el alcalde de Oviedo, Luis Riera, promovieron desde el Ayuntamiento la creación de una comisión con el fin de erradicar el chabolismo.
Esta Comisión resultó ser una táctica con el fin de ganar tiempo y que las viviendas nunca se llegaran a construir. En ese momento, algunos vecinos del barrio de La Carisa comenzaron a manifestar su oposición a que se adjudicaran viviendas en su barrio. La razón de esta oposición en un barrio no tan cercano como el de La Carisa, es que la rumorología llevó a sus oídos que la re-ubicación de los gitanos era inminente con el fin de dar un mejor reclamo para la venta de pisos de la urbanización La Monxina, que estaba ya planificada por Construcciones García de La Mata S.A
En este contexto, se encargó a la Concejala de Bienestar Social, Carmen Castillo, la búsqueda de unos terrenos más alejados donde reubicar a los gitanos de forma que no interfiriesen con el beneficio inmobiliario y expansionista. Entre los lugares que se barajaron se encontraban el basurero municipal y el Caleyu, donde el constructor de García de La Mata se comprometía a construir unos prefabricados para poder continuar la tercera fase de La Monxina sin mayores inconvenientes.
El debate en el movimiento vecinal del noreste de Oviedo
En abril de 1981, la Asociación de Vecinos “Los Ríos” de Ventanielles, donde estaban integradas 72 familias gitanas, publicó un artículo en el periódico La Voz de Asturias. Manifestaba una posición clara y humana, que se sustentaba en la experiencia de convivencia en el barrio con la población gitana. Apostaba por una educación integral, respeto a los valores de las etnias y la necesidad de un seguimiento permanente a varios niveles, para que la integración fuera válida y estable.
En contraposición, durante el año 1982, la “Asociación por La Paz” del Barrio de El Mercadín (Hoy día la Corredoria), escribía Cartas al Director de la prensa local acusando a los gitanos de ser “navajeros y ladrones”.
Así se sucedieron un par de años de polarización respecto a la cuestión gitana. Hasta que el 15
de Mayo de 1982, Manolo Avello, como cronista oficial de Oviedo y previa visita al poblado, escribiría en su columna de La Nueva España reconociendo la realidad socio-política e histórica del asentamiento de Matalablima. Para su reflexión se basaba además en un trabajo de investigación en la Universidad de Madrid titulado “Estudio del vocabulario básico español en un poblado gitano: Matalablima-Oviedo – Incidencia de factores culturales y sociales -” realizado por Carmen Mexía Unzurrundaga, que aportaba gran cantidad de datos y referencias sobre el tema.
En el año 1983, se proyectó las construcción de pisos sociales de alquiler. La Consejería de Trabajo, el Tribunal Tutelar de Menores y el Ayuntamiento de Oviedo, eran conscientes de que el problema social iba más allá del propio entorno de Matalablima. Desde la Comisión para la erradicación del chabolismo se veía la urgencia de construir en una fase inicial, un conjunto de 64 viviendas en altura. Los planos se publicaron en la prensa local.
Los vecinos de La Monxina celebraron una entrevista con Begoña Pérez, concejala de Bienestar Social, para constituir una comisión mixta de vecinos y gitanos e ir encauzando el problema que aparentemente se tendía a solucionar de forma digna, pero sin embargo la presión constante de la constructora y las tretas de los más reacios a la construcción de las viviendas desembocó en el fracaso de la misma.
A esta maniobra opositora se unieron la Asociación de Vecinos “Las Flores”, aludiendo a problemas de “ilegalidad” en la construcción en Matalablima, ya que no se podía realizar la obra hasta que no se aprobara en Plan Parcial de Ordenación. Los asociados de “Las Flores” finalmente se enrocaron en la expulsión de los gitanos de Matalablima amenazando con utilizar “todos los medios a su alcance”. En contraste el Ministerio de Educación y Ciencia sostuvo una postura de potenciar la tarea educativa y todos aquellos logros que se iban dando progresivamente, en el marco de las condiciones socio-económicas de esta población.
En marzo de 1984, la Dirección del MEC emite un escrito oficial con un análisis de la situación de los alumnos y alumnas de Matalablima y su integración en el colegio de Guillén Lafuerza.
Fueron pasando los meses, y salvo por unas fotos aparecidas en el periódico La Nueva España, y el titular. “Los gitanos de Matalablima viven en unas condiciones inimaginables para cualquier ciudadano del siglo XX” se calmaron unas aguas desembocaron en el silencio de la administración.
Nuevos asentamientos chabolistas en Oviedo
En 1985 surge un nuevo asentamiento en el NE de Oviedo: El Rubín. Estaba integrado en su mayoría por familias emparentadas procedentes de Gijón, donde fueron pagadas por el Ayuntamiento de Gijón para abandonar el emplazamiento en el que residían. Eran 55 personas, y los niños en edad escolar se incorporaban a la Escuela de Matalablima. A través de voluntarios, se realizó un Proyecto de Seguimiento.
En el año 1986, bajo un clima de hacinamiento, tensión y desesperanza gestaba la tragedia en Matalablima, Un apuñalamiento seguido de un incendio, con sospechas de ser provocado, volvió a poner en el candelero la cuestión de las viviendas. Desde la Administración se puso en marcha lo que entonces parecía ser el plan definitivo, se construirían viviendas en Matalablima. Para el poblado del Rubín, donde dos niños pequeños habían fallecido aplastados por las ruinas, levantarían unos módulos prefabricados. La gente del Rubín se preparaba para su instalación, contando con el seguimiento de dos voluntarias (Tina y Anucha) y con el apoyo económico de personas solidarias.
A finales de este año hubo otra tragedia en Matalablima. Un niño de 13 años falleció victima de un disparo que también alcanzó a una mujer. Los familiares del presunto autor tuvieron que abandonar el poblado y su chabola fue incendiada.
La atención del MEC dispuso para el nuevo curso escolar la integración de los niños de Matalablima y el Rubín en los colegios de Fozaneldi y Pumarín. El Ayuntamiento junto con otras entidades como el Inserso, Caja de Ahorros, la Consejería de Trabajo relacionados con Solidaridad Democrática y la asociación gitana UNGA, decidieron implantar seis Programas de Actividades para la erradicación del chabolismo y la promoción gitana.
La asociación de “Las Flores” continuaba su campaña de recogida de firmas con el fin de echar a los gitanos de Matalablima. En aquel momento vivía solo 15 familias en el poblado.
Demora en la construcción de las viviendas sociales
En enero del año 1987 se redacto el primer documento del Principado de Asturias en el que se aprobaba el Convenio del Ayuntamiento de Oviedo con el Gobierno del Principado para la construcción de las viviendas. Al mismo tiempo, se ponía en marcha un trabajo cooperativo de cestería y se planificaba la cría de conejos. De esta manera los jóvenes gitanos podrían tener unos ingresos mínimos que les permitieran mantener a sus familias y acercarles a una actividad tradicionalmente rural.
Sen mayo, se aprobó en un Pleno histórico, el proyecto de construcción de viviendas en Matalablima, con un coste de 144 millones de pesetas. PSOE,CDS e IU aprobaban el plan con la abstención de AP (PP). A los pocos días, el Ayuntamiento entregaba las llaves de los prefabricados en el Rubín. Se llevó a cabo una convivencia con un grupo de 24 gitanos de Pamplona en el Rubín.
En agosto de 1987, se llevó a cabo una redada en el poblado de Matalablima bajo el pretexto de un supuesto emparentamiento con una familia que había muerto en una reyerta en Orensa. Se incautaron radiocassetes, navajas, cuchillos de cocina y dos cámaras de fotografía. Todo apuntaba a ser un simulacro con el fin de incrementar la presión. A las pocas semanas se produjo un atropellamiento a un niño gitano por parte de un policía. Su familiares golpearon al policía y la tensión volvió a incrementarse generando nuevos enfrentamientos en La Monxina. Algunos vecinos se manifestaron de nuevo en contra de las viviendas.
El año 1988 comenzó con una publicación de la revista Vetusta indicando que el convenio iba por buen camino, sin embargo, en junio del mismo año el Convenio entre el Gobierno del Principado y el Ayuntamiento de Oviedo todavía no se había puesto en marcha. La concejala Begoña Pérez achacaba el retraso a un error administrativo de la Consejería de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Vivienda. Al día siguiente, a través de la prensa, El Consejero Emilio Murcia acusaba a la Alcaldía de Oviedo de “deslealtad” hacia la Consejería. Afirmaba que los retrasos en la construcción de las casas de Matalablima se debían a errores municipales. Siete colectivos protestaron por la situación a la que estaba abocado el poblado de Matalablima ante la falta de soluciones concretas.
Hubo varios meses de silencio, y ninguna administración daba el paso final para la construcción de las viviendas. La integración en los colegios de Pumarín y Fozaneldi estaba resultando exitosa.
El Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) publicó el 22 de octubre de 1988 el siguiente artículo:
Anuncio de Subasta: Obras de urbanización de parcela municipal, construcción de 36 viviendas unifamiliares, trasteros y local social en Matalablima. Se fechaba el 21 de diciembre para la finalización de presentación ofertas para las obras de urbanización de la parcela municipal de Matalablima y construcción de 36 viviendas. El plazo de ejecución de las obras era de 18 meses y el precio máximo se fijaba en 153 millones de pesetas.
Tensión social en el barrio de La Monxina
El año 1989 comienza en un marco de tensión social elevado. El enfrentamiento entre algunos vecinos de la Monxina y gitanos se recrudeció considerablemente. Las tretas del constructor, polarización política respecto al anuncio de la subasta de terrenos, y el problemático inicio de la venta de heroína en el poblado hicieron alcanzar la temperatura adecuada para la expulsión de los gitanos. Un grupo de vecinos de La Monxina cortó la circulación de la Autopista A66 durante una hora demandando soluciones a el tráfico de drogas en el barrio.
El 30 de enero de 1989, el Ayuntamiento de Oviedo, sustentándose en el Plan de Erradicación del Chabolismo, dio la orden de desalojar la zona y demoler todas las chabolas. Al mes siguiente, una carta particular del Alcalde de Oviedo, Antonio Masip a Pedro Montoya, alumno de EGB de Matalablima, le informaba de que se estaba retrasando la obra de las viviendas a causa la renuncia de la empresa a comenzarlas, por lo que era preciso reiniciar el proceso. Un atisbo de conciencia se despertaba en las capas altas de Oviedo tras esta fatídica decisión.
En junio de 1989 un Decreto de Alcaldía obligaba a dejar las chabolas. Las familias gitanas, que en un principio se negaban a abandonarlas, entendieron que el desalojo era inminente y aceptaron, exigiendo al Ayuntamiento un alojamiento provisional entre tanto se construyeran las viviendas sociales prometidas. En agosto del mismo año, y sin previo aviso, una pala excavadora entró en Matalablima y derribó media docena de chabolas. No se dejó constancia de quien había dado la orden.
Consecuencias políticas de la decisión de derribo de chabolas
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